La Plaza del Mariachi

Sigo sin entender a mis autoridades o más bien a los poderes facticos,  que no sé muy bien que es eso pero los que saben dicen que son como una especie de secta o grupo de líderes que dictan por dónde  debe correr el agua o de que lado debe masticar la iguana y son los que pintan la  raya o  la línea a seguir.  Bueno,  pues el caso es este, resulta que desde hace tiempo me he dedicado a investigar temas relacionados con las tradiciones culturales de Chihuahua, y es así que llego a muchas cosas o hechos que no son muy claros y que tienen que ver con pifias de comportamiento de nuestra sociedad chihuahuense y hablo de las cosas que hacemos cotidianamente sin pensar,  como la buena costumbre que tenemos todavía,  de ceder el paso a los peatones,  -pero son más las malas costumbres que las buenas-.

En general se dice que México somos un país adorador de anti-héroes, como el Chapo, el Señor de los  Cielos o Pancho Villa –para la mayoría héroe- y que somos malinchistas, corruptos, pero además nos contamos mentiras y nos las creemos,  una de las más famosas mentiras es que el cadáver de Pancho Villa fue inhumado y llevado a la ciudad de México,  pero curiosamente el que está en el monumento a la revolución es el cuerpo de una mujer y le creció cabeza, una mentira más fácil de corroborar y que tiene que ver también con  Pancho,  es la máscara mortuoria que se exhibe en la presidencia municipal de esta capital,  tiene un balazo en la frente y a Villa aun cuando lo cocieron a balazos no le pegaron en la cara. Y así podríamos seguir descubriendo más y más mentiras, y como dice la canción -miénteme más, que me hace tu maldad feliz, somos adoradores de la mentira-

Bueno pero algo bueno nos debería de quedar y es posible que si llegamos a reconocer nuestros errores,  logremos modificar nuestro futuro, como en las películas. Hoy por hoy nuestras nuevas autoridades como que no han mostrado voluntad de trabajo, más bien se han dedicado a regocijarse en la victoria electoral y no podemos decir más, solo nos queda pedirle al Creador Universal que los ilumine para que encuentren el verdadero camino hacia el bien común, porque finalmente aquí vivimos, aquí  viven nuestras familias y amigos y la verdad a nadie le gusta sufrir.

Es así que con la libertad expresión que se nos ha dicho que ahora podemos ejercer me atrevo a decirles que la pifia de educación que históricamente ha demostrado la Secretaria de Educación del estado al no interesarse en el tema del rescate de la verdadera música tradicional y oriunda del estado de Chihuahua,  sigue vigente,  y ahora más intensamente que nunca, he tratado de hablar con las autoridades correspondientes para explicarles que lo que hemos aprendido en los programas educativos desde el kínder hasta las universidad es una mentira  -los textos dicen que la música oriunda de Chihuahua es la de Norteños de Acordeón y Bajo sexto-  siendo que esta aberración del aprendizaje está perfectamente documentado.  Pero,  me han ignorado.

Ahora. ¿Con quien  hablar sobre las pifias heredadas de la administración pasada como lo es  la plaza que se pretende sea el escaparate de los músicos de Chihuahua?,  algo así como la plaza Garibaldi de México,  este elefante blanco -plaza del mariachi-,  nadie sabe ¿cómo se va a manejar, de quién es?  Que según se dice se pretende que apoye a los músicos locales, si es así ¿Por qué? a nadie le pidieron parecer por parte de los músicos y además creo que para plazas del mariachi esta Jalisco,  aquí debería de ser la plaza del músico y debería de hacerse por consenso con los músicos, sindicatos y los del talón,  pero ya sabemos que el poder es para poder,  o para no poder. Con el solo hecho de no recibir ni escuchar propuestas y encerrase en la burbuja de la importancia pasajera que les otorga el puesto directivo de secretarios,  especialmente los de cultura y de educación que actualmente son inalcanzables y no atienden a nadie y todavía tienen el descaro y advierten que hay que hablarles con lenguaje celestial por que tienen la piel muy delicada y se les puede dañar.  Se me hace que estamos fregados.

Urbano Nabor Fuentes Lozano –Claro Franco-