Cápsulas Culturales

El 1º de Marzo de 1822 el Congreso Constituyente declaró oficial la celebración de la ceremonia de “El Grito”, la noche del 15 de Septiembre, y día de fiesta nacional el 16, lo cual fue ratificado posteriormente, el 27 de Noviembre de 1824. En 1896 Porfirio Díaz hizo trasladar de la Parroquia de dolores a la Ciudad de México la campana que supuestamente utilizó Don Miguel Hidalgo para convocar al pueblo, colocándola en el Palacio Nacional; y el 15 de Septiembre de ese año se inició la tradición de hacerla sonar por el jefe de Estado durante la ceremonia.
Según la mayoría de los historiadores la madrugada del 15 se realizó la convocatoria mencionada; sin embargo existen evidencias históricas de lo siguiente:
La mayoría de los asistentes vivían en comunidades muy retiradas a las que no llegaría el sonido de la campana por lo que no es posible que se les haya convocado de esa manera. Lo que seguramente pasó, es que Hidalgo aprovechó la asistencia de todos los vecinos a los servicios religiosos dominicales (el 16 fue Domingo) para arengarlos a tomar las armas. Eso tiene que haberse dado entre las 7 y 8 de la mañana, y no en la madrugada.
Por otra parte, en el sentido estricto de la palabra, el único “grito” que se dio en esos eventos, fue el que profirió Hidalgo cuando el 15 se le avisó que había sido descubierta la conspiración de Querétaro: “¡No hay más remedio que empezar a cazar gachupines!”